Conceptos como los de sostenibilidad, cambio climático, mejoras sociales o buena gestión empresarial han ido ganando importancia en la sociedad en los últimos años, sobre todo a raíz de la pandemia. Así la inclusión de los criterios ESG, acrónimo de Environmental, Social y Governance por sus siglas en inglés, está siendo cada vez más demandada por la sociedad, los inversores y el mercado. De hecho, en el año 2009 la inversión sostenible suponía apenas un 13% sobre el total de activos, mientras que en 2020 este porcentaje ya alcanzó el 54%, siendo la primera vez que las inversiones con características de sostenibilidad superaban a las tradicionales, según Spainsif.

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