La semana pasada se ha producido un movimiento importante para las relaciones de Estados Unidos y China. Se trata del contacto/diálogo entre los principales asesores climáticos de ambos países, John Kerry y Xie Zhenhua. Durante los próximos días se espera que se den a conocer las hojas de ruta mucho más detalladas sobre cómo buscarán lograr el objetivo de reducir las emisiones y cumplir los objetivos de cambio climático.
La cooperación entre Estados Unidos y China sobre el cambio climático es un asunto global que tendrá una gran influencia en las megatendecias relacionadas con la transición medioambiental en la que estamos inmersos la mayoría de los países del mundo.
La movilidad futura, que sin duda se verá impactada por el resultado de esta cooperación entre EE. UU. y China, es una de esas megatendecias que afectan a varios e importantes sectores de actividad y en los que algunos de ellos (energías renovables o la industria de componentes de automoción entre otros) España tiene un papel principal en el ámbito internacional. Por ello, el gobierno de España debería seguir con más atención este tipo de movimientos e interpretar correctamente todas las “señales” que se están dando en el entorno. Utilizando un símil futbolístico, necesitamos “estar en los partidos” que están teniendo lugar en distintos espacios internacionales, y ser actores principales y no meros espectadores de las cuestiones clave que van a marcar la economía mundial en la próxima década.
Debemos entender cuanto antes esta nueva lógica económica y elaborar una hoja de ruta real y proactiva para la industria estratégica de nuestro país.